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Una de las primeras características en las que nos fijamos a la hora de comprar un coche es en su seguridad. Sabemos que al volante cada detalle de seguridad premia, es por eso que los compradores están muy atentos.
Tanto es así, que existen organismos como Euro-NCAP, que se dedican a comprobar la seguridad de los vehículos, y sus estadísticas son unas de las más seguidas por los compradores, empresas y compradores de coches.
Los fabricantes de coches saben muy bien que la seguridad es una de las decisiones clave en la compra de un coche, es por eso que las investigaciones y nuevos desarrollos de los vehículos están siempre muy relacionados con la seguridad.
Existe una clasificación de las formas de seguridad de un vehículo: Seguridad primaria o seguridad activa, seguridad secundaria o seguridad pasiva y, por último, seguridad terciaria.
Identifican aquellos elementos que ayudan a evitar el accidente. En los últimos años este grupo se ha desarrollado muchísimo y en la actualidad encontramos coches con visión nocturna, alertas de cambio involuntario de carril, o por ejemplo el primer elemento de seguridad primaria fue el ABS (Antilock Brake System) o frenos antibloqueo.
Son aquellos elementos que ayudan a reducir las consecuencias de un accidente. Este grupo, también está siempre en desarrollo, pero en la actualidad los fabricantes apuestan por desarrollarla en elementos que no están tan a la vista, por ejemplo, el refuerzo del chasis y la carrocería, los airbags, los cristales, el cinturón...
Engloba los elementos que ayudan a reducir las consecuencias negativas de un accidente. Un ejemplo muy claro se seguridad terciaria puede ser el botón de llamada a emergencia que algunos coches incorporan, para que en caso de accidente, el conductor pueda pedir ayuda de forma rápida y ahorrar tiempos.
En Subaru creemos que la seguridad es lo más importante, para nosotros evitar el accidente es lo principal, por eso nuestros coches cuentan con numerosos elementos de seguridad primaria:
Todos nuestros coches están diseñados para tener el máximo campo de visibilidad posible. Está comprobado que el conductor puede ver desde el interior elementos de hasta un metro de alto.
Este elemento no sirve solo para que sea agradable conducir, sino para evitar la fatiga al conducir. Esto se consigue por ejemplo con los asientos.
Cuando detectan que la luz ambiental se reduce, los faros se encienden automáticamente. Los faros no solo son un elemento para que el conductor pueda ver mejor, sino para que otros conductores puedan ver nuestra presencia en carretera.
Puede que parezca evidente, pero cuando una interfaz es fácil, el conductor no tiene que perder el tiempo de atención al volante. En los últimos años la tecnología ha conseguido avanzar muchísimo y poner a nuestra disposición los elementos de seguridad más avanzados.
EyeSight, este sistema son dos cámaras que reconocen elementos en 3d: peatones, obstáculos… son capaces de determinar la velocidad y la distancia y rectificar los pedales que ha activado el conductor.
Monitor de vista frontal y lateral. Son cámaras cuya función es reducir los ángulos muertos del coche, una cámara frontal y otras dos en los retrovisores del coche conectadas a una pantalla desde la que se evitan estos odiados ángulos muertos.
Se trata de un sensor que detecta la velocidad y la distancia de un obstáculo frontal, este sensor avisa al conductor y si este no reacciona, el coche reduce la velocidad o detiene el coche si el peligro es muy inminente.
El mismo EyeSight que hemos visto antes, nos ayuda en caso de que tengamos un obstáculo frontal y por error el conductor ponga la marcha hacia delante, este sensor avisa al conductor o frena el vehículo.
Con velocidades superiores a 60 km/h si el conductor empieza a hacer balanceos, que se pueden deber a la fatiga, el coche avisa al conductor para mantenerse dentro del carril.
Para Subaru, nuestros vehículos deben ser sobre todo seguros, y nuestra filosofía nos avala y ha conseguido posicionarnos en el mercado como grandes embajadores de esto.